¡El paseo más bello y famoso de Morelia!
Se localiza en lo que antiguamente fue el límite norte del Pueblo de San Pedro Apóstol.
Este barrio de indígenas, traídos de otros lares (principalmente de la ribera del lago de Pátzcuaro) para poblar de mano de obra la ciudad de Valladolid, es el Bosque Cuauhtémoc.
La construcción original data de 1732, cuando Juan José Escalona y Calatayud, al ver la necesidad de un camino decente hacia el recientemente fundado Santuario de Guadalupe, de la Orden de San Diego (franciscanos).
Por medio del cabildo eclesiástico mandó que se hiciera desde el arco primero del acueducto que va rumbo al norte, hasta el muro del cementerio del templo ya mencionado.
El cementerio ya no existe, actualmente es una plazoleta en frente del templo, que se distingue por estar rodeado de cadenas y en cuyo interior sólo hay baldosas de cantera y un añejo árbol.
En aquel entonces se le conocía como Calzada de Guadalupe, y era de empedrado sencillo.
En un principio era de empedrado, pero se enlosó con canteras rosas…
A finales del siglo XVIII se le hicieron mejoras a esta obra: se quitó el empedrado y se colocaron baldosas de cantera.
Además de lunetas y pasamanos del mismo material, en total eran doce largas bancas, seis de rumbo norte y seis del sur.
También se plantaron fresnos, que al paso del tiempo crecieron y le dieron un aspecto singular al paseo, al formar una sombra a lo largo del mismo.
También se le hicieron mejoras a la calzada, reemplazando parte de las baldosas de cantera que la constituían y reformando las lunetas.
Esto fue hacia el año de 1784, por iniciativa de Fray Antonio de San Miguel, Obispo de la ciudad.
Al mismo tiempo se reconstruyó el acueducto de la ciudad, en un tramo de aproximadamente dos kilómetros de longitud,
Entre 1849 y 1854, se le colocaron farolas para facilitar el paso nocturno en la calzada.
Ésta hacía juego con la alameda, paseo rodeado de álamos y con una fuente en el centro de una glorieta, hoy Jardín Morelos; y con el Paseo de San Pedro, hoy Bosque Cuauhtémoc.
Entre 1868 y 1870 se le dio su forma definitiva a las bancas, misma que se ha preservado hasta el día de hoy.
Hacia el lado norte, donde hoy corre la calle Fray Antonio de San Miguel, circuló el tranvía, primero de mulitas, y luego eléctrico.
Éste circulaba entre el hospital general, la estación del ferrocarril y el cementerio municipal.
En su lado sur, aún existe parte del empedrado que constituía una calle y las aceras aún conservan su listón de fierro.
Entre 1935 y 1936 fue motivo de obras de mantenimiento, y la última de éstas se dio entre los años 2000 y 2004.
No sólo es bella, sino que la rodean arquitectura, historia y arte…
Entre los edificios y monumentos que le rodean, se destacan el Acueducto, uno de cuyos arcos más altos es el punto de inicio de la calzada.
En las columnas de éste hay dos placas de mármol, donde en 1884 se le daba un agradecimiento a Fray Antonio de San Miguel por su patrocinio de las obras de la reconstrucción del acueducto, una está escrita en español y otra en latín.
En su extremo nor-poniente se ubica la antigua Capilla del Señor del Rincón, hoy Capilla de Lourdes.
Una cuadra más hacia el oriente está la antigua casa del Doctor Miguel Silva González, hijo del liberal y también Doctor Miguel Silva Macías; ambos fueron gobernadores del estado.
Miguel Silva González apoyó la causa de Francisco I. Madero, y como gobernador provisional del estado en 1913, inauguró el 2 de mayo el monumento ecuestre a Don José María Morelos y Pavón, que se ubica en la antigua Alameda, al sur-oriente de la calzada.
En uno de sus extremos está una de las casas más famosas de Morelia, la de la mano en la reja…
En el lado sur-poniente, la calzada se ve limitada por unas jardineras, y la primera casa en su costado sur es la famosa casa de Martín García de Carrasquedo.
Conocida hoy como Casa Alfonso Rubio y Rubio, aunque la gente la ubica más como la casa de la mano en la reja, debido a la leyenda local del mismo nombre, que alude al hecho de que una celosa mujer encerró a su bella hijastra en los sótanos de la casa, para impedirle ver a su enamorado.
Tal historia termina con un fatal desenlace para la protagonista, llamada Leonor Núñez de Castro, de quien se dice existe un retrato en la casa referida.
En su parte nor-oriente, la calzada conduce al Jardín Azteca, llamado así por los motivos arquitectónicos y pequeñas construcciones que hacen alusión a tal cultura.
El nombre correcto del jardín es Fray Antonio de Lisboa, pero el común de la gente se refiere a él con el nombre de Azteca.
En su extremo oriente la calzada llega al antiguo cementerio, que junto con la Avenida Tata Vasco, conducen a la entrada del templo, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe de San Diego de San Francisco, construido entre 1708 y 1716.
A un lado se encuentra la actual Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, antiguo convento de San Diego de San Francisco, construido también en 1732.
Es uno de los caminos que llevan al Monumento Ecuestre al Generalísimo: Morelos
A su costado sur-oriente se encuentra una explanada cívica y el Jardín Morelos, donde está el monumento ecuestre al más grande héroe de la ciudad, en bronce trabajado por el maestro Giusepe Inghilleri entre 1908 y 1912.
Fue vaciado en la fundición Nelli de Roma, y consta de una base de cantera de Pátzcuaro y cinco bronces.
El del sur representa a la justicia, el del norte a la patria (ambas esculturas basadas en los cuerpos de dos distinguidas y bellas damas morelianas, las hermanas Fourier).
La del oriente el rompimiento del sitio de Cuautla, la del poniente el Congreso de Anáhuac en Chilpancingo.
El quinto bronce representa a Morelos en su cabalgadura, viendo al norte, rumbo al cual se dirigió para encontrar al Cura Hidalgo y unirse a la insurgencia.
Desde su creación, la calzada ha ostentado diversos nombres: Calzada de San Diego, Calzada de Guadalupe y Calzada Dr. Miguel Silva.
A partir del decreto municipal de 1929 que estableció la cuarta y actual nomenclatura de la ciudad, a la calzada y a la calle que corre al norte de la misma, se les denominó como Fray Antonio de San Miguel.
En 2018 cumple 286 años de existencia, pero es un paseo muy actual…
Desde el siglo XIX, durante el XX y hasta el día de hoy es uno de los sitios más visitados de la ciudad de Morelia
Se llevan a cabo en sus más de 400 metros de longitud actividades culturales, como exposiciones de esculturas, de fotografías o caminos de velas.
En época de día de muertos, del Festival Internacional de Música Miguel Bernal Jiménez o el muy reciente Internacional de Cine, se realizan composiciones artesanales de flores, aserrín y otros materiales naturales, conformando instalaciones de belleza sobrecogedora.
Es sitio obligado de visita en los tours de tranvías que parten a un costado de Catedral, tanto por su belleza como por la leyenda de la mano en la reja.
Pero más importante aún, es una zona de relevancia para la historia de la ciudad.
FUENTES:
ARREOLA CORTÉS, Raúl. Morelia. Morevallado editores. México. 1991.
ARREGUÍN OVIEDO, ENRIQUE. Honor al héroe. En “A Morelos, Importantes revelaciones históricas.” Morelia, Mich. México. Editorial Universitaria. 1978.
GONZÁLEZ GALVÁN, MANUEL. Morelia de Ayer y Hoy. UNAM. México. 1993.
TORRE, JUAN DE LA. Bosquejo histórico y estadístico de la ciudad de Morelia. 2a ed. (s.e). Morelia, Mich. (México). Biblioteca de Nicolaitas Notables, Núm 32. 1971.
TORRES, MARIANO DE JESÚS. Diccionario histórico, biográfico, geográfico, estadístico, zoológico, botánico y mineralógico de Michoacán. Edición del autor. Morelia, Mich. (México). 1915.
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EL ACTUAL TEMPLO DE SAN DIEGO, AL PRINCIPIO FUE DE LA ORDEN DE LOS DIEGUINOS NO DE FRANSISCANOS. REPETUOSAMENTE. FELICIDADES
La orden de San Diego era parte de los Franciscanos Descalzos, por eso tanto el templo como el convento se les llamaba de San Diego de San Francisco.
¡Saludos!
REC
FELICIDADES